Monday, March 23, 2020

Silueta con muchos rostros.




  "Viven en nosotros innumerables otros."

                                 Fernando Pessoa

  Una de las siluetas que parece vivir en un barrio de Berkeley, y muestra varios rostros en su rostro, desde la ventana de su apartamento contempla hacia afuera la calle solitaria donde impera el silencio. Hastiada del encerramiento impuesto por la cuarentena, la silueta decide escapar de su claustrofóbico apartamento. Asoma en el espejo su rostro surcado por el tiempo, y el espejo le enrostra muchos rostros como reflejo de la fatal incertidumbre.  En la calle camina contemplando con deleite los mismos árboles, los mismos jardines que suele ver en su acostumbrado recorrido por las mañanas; contempla el jardín bien cuidado donde florecen calas, y donde en primavera las magnolias empiezan a pintar de pequeños trazos color magenta un pedazo del platinado cielo. De pronto al doblar la esquina se le aparece otra silueta que tambièn ha huido de su confinamiento, al verle, esa sorpresiva silueta se distancia de ella para evitar contagio, siguiendo las estrictas medidas de prevención que el gobierno ha ordenado a todos los residentes. Recuerda entonces cuando  escasas semanas atrás, en esas misma acera se topaba quizás con esa misma silueta que acaba de apartársele como alejándose de un apestado, sólo que en aquel entonces la silueta que ahora le evitaba iba conducida por un telèfono que a pesar de ser un celular inteligente, no le avisaba cuando se iba a estrellar con otra silueta en las aceras. Aunque tal actitud de cruzarse a otra acera evitándole le parecía ridícula, irónica e incómoda, la veía lógica cuando pensaba en las más de 16,000 personas muertas hasta ese día en el planeta, a causa de la pandemia. Estaba preparada para lo peor? se preguntaba a si misma la silueta, acaso ser sobreviviente de terremotos, guerras, pobreza, migraciones, expulsiones, no le habían enseñado y preparado suficiente para enfrentar momentos difíciles, para enfrentar lo peor?

  Mientras siguió levitando en calles y aceras, la silueta pensaba en el trabajo que acababa de perder por la crisis, pensaba en cómo pagaría ahora el alquiler del apartamento y los recibos; aunque no sentía desesperación, sabía que era necesario rediseñar su vida, mientras el virus no lo convirtiera en una cifra más de las víctimas mortales. En lo que parecía ser su cabeza se acumulaban muchos pensamientos con posibles esperanzas a la incertidumbre; mientras pasaba por un parque donde gaviotas ajenas a sus divagaciones y a pandemias, revoloteaban entre altivos y viejos árboles, miró la silueta del mismo pordiosero que por años ha visto en las mañanas al pasar en ese parque. La silueta del pordiosero a pesar del frío, se lavaba el rostro en un vertedero de agua; al observar esa repetitiva escena se preguntó – cómo ha hecho este pordiosero para sobrevivir así todo estos años?. Mientras esto pensaba recordó las recientes noticias sobre las diferentes reacciones a la actual pandemia: la noticia sobre la madre, quien con su trabajo de costura educó y alimentó a sus siete hijos, la cual hoy convertida en una anciana de 84 años, cose máscaras para donar ante la escasez de èstas en los hospitales, a la vez recordó la noticia sobre los senadores que apresurados vendieron en millones sus accciones, ante la eminente recesión económica, y tambièn recordó la nota sobre el hombre que abrumado por la crisis, se lanzó desde lo alto de un edificio de su apartamento lujoso en New York.

  La silueta con muchos rostros, pensando en lo que debe hacer sin caer en la desesperación ante la crisis, sigue levitando por calles solitarias, en su recorrido a veces otra silueta que surge entre la neblina, le sonrie sin esquivarle; y así continúa andando hasta perderse en la neblina del campus solitario de la Universidad de Berkeley, donde el reloj del campanil cual si fuese una caja musical de juguete autómata renacentista, acaba de tocar su música de órgano antes de las campanadas que anuncian las ocho de la mañana.

Otto Aguilar -  (A una semana de cuarentena)
Berkeley – 3/23/2020
Foto del monumento en el campus - universidad Berkeley, tomada el 3/23/2020

1 comment:

Unknown said...

Que lindas observaciones de nuestro pueblo y las facetas de nuestra consciencia durante la crisis de salud física y mental.