Wednesday, March 11, 2009

SINTESIS RARA DE UN SIGLO LOCO.



Hace un par de años el escritor Blas Matamoros publicó una biografía en la que por primera vez quizás, se quiere retratar al poeta Rubèn Darío como un apasionado del "amor que no se atreve  decir su nombre"; por supuesto la reacción de algunos estudiosos darianos nicaraguenses, tal vez más que por desmentir semejante sacrilegio que motivados por rigor biográfico,, no se hizo e sprarar y, mo tivados por esa medieval homofobia a todo aquel que haya ingresado a los "jardines del amor perverso", dejaron caer su veredicto.  Ramón del Valle Inclán en su libro Sonata de estío, anotaba:

"...Leyendo a ese amable Petronio, he suspirado más de una vez lamentando que los siglos hayan hecho un pecado desconocido de las divinas fiestas voluptuosas. Hoy, solamente en el sagrado misterio vagan lassombras de algunos escogidos que hacen renacer el tiempo antiguo de griegos y romanos, cuando los efebos coronados de rosas, sacrificaban en los altares de Afrodita. Felices y aborrecidas sombras: me llaman y yo no puedo seguirlas!. Aquel bello pecado, regalo de los dioses y tentación de los poetas, es para mí un fruto hermètico. El cielo siempre enemigo dispuso que sólo las rosas de Venus floreciesen en mi alma y, a medida que envejezco, eso me desconsuela más. Presiento que debe ser grato, cuando la vida declina, poder penetrar en el jardín de los amores perversos... Sólo dos cosas han permandecido siempre arcanas para mí: el amor de los efebos y..."

No he leido el controversial libro, pero parece ser que el escritor Blas se basa en muchas cartas, poemas, y anecdotas de Rubèn para sugerir tan polèmica conclusión. Muchos estudiosos de Darío, lo han retratado añadièndole o encajándole el retrato que de èl a cada quièn se le antoja, de acuerdo a sus intereses y propósitos; quizás Blas haya caído en la misma tentación de encajarle a Darío su propio Darío, mientrás Rubèn se reiría maliciosamente de todos ellos, desde esa otra dimensión del más allá, si existiese. El hecho de poseer una alta sensibilidad humana, permitió la comprensíon y no el rechazo de la homosexualidad como tal, de parte de escritores como Darío y Valle Inclán entre otros más de esa època; pero sería un sofisma concluir a partir de esto, con que hayan asumido tal opción sexual. Lo cierto es que Darío igual que don Valle Inclán, no fuè insensible al espinoso tema, como podemos ver en su texto titulado Purificaciones de la piedad del libro Peregrinaciones, al respecto de el proceso judicial por homosexulidad en contra de Oscar Wilde:

"Un hombre acaba de morir, un verdadero y grande poeta, que pasó los últimos años de su existencia, cortada de repente, en el dolor, en la afrenta, y que ha querido irse del mundo al estar a las puertas de la miseria. Este hombre, este poeta, dotado de maravillosos dones de arte, ha tenido en su corta vida sobre la tierra los mayores triunfos que un artista pueda desear, y las más horribles desgracias que un espíritu puede resistir....

El desventurado Wilde cayó desde muy alto por haber querido abusar de la sonrisa. La proclamación de cosas tenidas por infames, el brummelismo exagerado, el querer a toda costa èpater les bourgeois-...

Luego vino el escándalo de un proceso cèlebre, que empezó con muchas risas y acabó con mucho crujir de dientes , en un suplicio inquisitorial...y que conmovió a todos los hombres de buen corazón y principalmente a los artistas.

Y luego vino lo peor! La cobardía de sus amigos y colegas, que olvidando toda piedad, se alejaron en absoluto de èl, como de un leproso, no le llevaron ningún consuleo a sus negras horas de prisión...

Este mártir de su propia excentricidad y de la honorable Inglaterra, aprendió duramente en el hard labour que la vida es seria, que la pose es peligrosa, que la literatura, por más que se suene, no puede separarse de la vida; que los tiempos cambian, que Grecia antigua no es la Gran Bretaña moderna, ...y que a la sociedad, mientras no venga tina revolución de todos los diablos que la destruya o que la dè vuelta como un guante, hay que tenerle, ya que no respeto, siquiera temor; porque sino la sociedad sacude; pone la mano al cuello, aprieta, ahoga, aplasta!."

Otro grande como fuè Amado Nervo, uno de los poetas amigos de Darío, escribió el siguiente poema cuyo título y temática es bien explícito sobre el espinoso tema, que en pleno s. XXI sigue desvelando a muchas mentes medievales.

ANDROGINO

Por tí, por tí clamaba, cuando surgiste,
infernal arquetipo, del hondo Erebo
en tus neutros encantos, tu faz de efebo,
tus senos pectorales, y a mi viniste.

Sombra y luz, yema y polen a un tiempo fuiste,
despertando en las almas el crimen nuevo,
ya con virilidades de dios mancebo,
ya con mustios halagos de mujer triste.

Yo te amè porque, a trueque de ingenuas gracias,
tenías las supremas aristocracias:
sangre azul, alma huraña, vientre infecundo,

porque sabías mucho y amabas poco,
y eras síntesis rara de un siglo loco
y floración malsana de un viejo mundo.