Sunday, March 3, 2019

Atando cabos sueltos entre los mataderos de la historia, que terminan en Reality shows.


  A propósito del secretismo en cuanto a lo que se "cocina" en la negociación o el dizque diálogo de la Alianza cívica con la dictadura Ortega-Murillo en Nicaragua, (lo cual no es más que un "tragicómico reality show" sin transmisión pública), es evidente que despuès de tres días de "show", lo que ha suscitado es más repudio que confianza. La lider campesina anticanal metió el dedo en la llaga el día de ayer, al criticar y rechazar al delegado campesino recientemente incluido en el diálogo, demandando a la vez que sean liberados todos los “rehenes” políticos, insistiendo que los líderes campesinos como Medardo y otros son los que deberían ser delegados en el diálogo; tambièn universitarios de la UCA que protestaron a portón cerrado en la universidad para evitar ser apresados, critican la falta de representatividad en la Alianza, ante la ausencia de delegados de madres de víctimas, etc, etc.
 
  El secretismo, lo cual asocio a “compartimentación”, es lo que en tiempos de guerra aplican los líderes o jefes militares cuando se dirige una acción política o militar en nombre del pueblo, de la cual solo los jefes saben todas sus implicaciones, mientras los que son enviados a cumplir la misión solo deben saber que hacer y como cumplirla, en nombre de la Patria, claro.

  En la película The Post, Dan (Daniel Ellsberg, el hombre de los papeles del Pentágono) dice "Sabían que no podíamos ganar y enviaron a los soldados a la muerte" . "Nos engañaron."

  En períodos de mortales combates en la guerra de los años 80’s en Nicaragua, cuando la muerte ya había clavado sus huesudos dedos en centenares de jóvenes soldados enviados a la guerra bajo la ley del servicio militar obligatorio (aprobada sin consulta del pueblo) y provocaba temor aún en los más corajudos combatientes, el jefe del batallón reunía a los jefes de compañías y pequeñas unidades para comunicarles la nueva misión, al escuchar lo riesgoso de ella, al jefe del pelotón de exploradores siempre le sudaban las manos y le ocasionaba un temblor en el abdomen, y no era para menos ya que en el batallón habían caído muchos. Al resto de soldados muchas veces se les comunicaba solo lo necesario de lo que tenían que cumplir, pero no todo lo que podía resultar de aquella peligrosa misión.

  Así fueron al matadero de la guerra miles de jóvenes llamados "Cachorros", compartimentadamente a morir” en nombre de La Patria, gritando – Dirección nacional ordene!, ordene!, ordene!

  Tambièn a los jóvenes hitlerianos les llamaban “cachorros”, y tambièn miles murieron en una guerra no deseada por muchos de ellos. El premio Nobel de literatura Gunter Grass, fue uno de esos jóvenes hitlerianos, en su libro Pelando la cebolla anota: "Mi critica se dirigía todo lo más contra los caciques locales del Partido, los llamados "faisanes dorados", que eludían cobardemente el servicio en el frente, nos aburrían después de desfilar ante tribunas, con discursos monótonos y utilizando siempre en vano el santo nombre del Fuhrer, en el que creíamos, no, en el que creí con indubitada seguridad hasta que, como la canción sabía de antemano, todo quedo hecho añicos." "Para disculpar al joven y, por tanto a mi, no se puede decir siquiera: ¡es que nos sedujeron!. No, nos dejamos, me deje seducir.

  Podríamos decir que al incicio de la revolución Sandinista, muchos "nos dejamos seducir", muchos "cachorros" al igual que Gunter Grass, tambièn fueron seducidos por los apoteósicos y aburridos discursos de los “lideres faisanes sandinistas” y, así fueron “voluntarios al matadero compartimentado”, sin imaginar que todo como dice Gunter , terminaría “hecho añicos”.

Otto Aguilar - Berkeley 3/3/2019
Dibujos de soldados – lápiz/papel – Jinotega 1986

No comments: